LA ESCUELA, UN POCITO DE PAZ

En nuestras escuelas, todos los 30 de Enero son una cita importante para maestros, maestras, alumnos y alumnas. Es un día que nos hace reflexionar sobre lo importante que es la tolerancia, el respeto a los demás, el derecho a la intimidad y al pensamiento libre; la defensa de los derechos humanos; la lucha contra el terrorismo, la violencia, el hambre, la pobreza, la falta de medicinas, la destrucción de los pueblos, etc., etc. Esto lo decidimos por activa y por pasiva, en castellano y en inglés. Rechazamos la barbarie que aún persiste en la "modernísima sociedad del conocimiento, la sociedad del bienestar, del mundo de la economía sostenible". Los pobres siguen siendo pobres y los ricos más ricos; la infancia sigue desprotegida en gran parte del globo; los estados siguen negociando con la fabricación y venta de armamento; los derechos humanos no existen en muchas de las sociedades que mantienen relaciones con las grandes potencias mundiales; se sigue aniquilando la diversidad cultural y medioambiental de los pueblos; el acceso a la cultura, reglada y no reglada, sufre mutilaciones para que sus caminos sean desconocidos para miles y miles de ciudadanos que no tienen acceso a la sociedad del conocimiento...

¿Cómo los maestros y maestras podemos ignorar esta realidad?

Utilizamos símbolos con los llevar a nuestros alumnos y alumnas a que se acerquen a la comprensión de esta realidad. A que vislumbren que la realidad social que les ha tocado vivir es, también, violenta y que con nuestra actitud pacífica, constructiva y tolerante podemos ayudar a mejorarla, a cambiarla.



En estos días convertimos las escuelas en laboratorios de construcción de pensamientos, emociones y actitudes pacifistas. Les ayudamos a que conozcan la vida de personas que dedicaron todas sus fuerzas a la consecución de estos objetivos y que les sirvan como ejemplos a seguir: Gandhi, Lutero, Teresa de Calcuta, Rigoberta...(VERLO AQUÍ)

Fabricamos mensajes a partir de La Paloma de la Paz y El Guernica de Picasso, de unas imágenes de manos unidas bajadas de internet, de un titular de un periódico, de una poesía inventada por un compañero o compañera de clase...



Las paredes se llenan de carteles, de esperanza que vuela por los pasillos para depositarse en cada uno de los corazones de los que convivimos en los edificios escolares y que trascienda a sus alrededores. Los caminos invisibles de internet se pueblan de estos fantasmas pacifistas que cuando toman forma de cara cuadrada en la pantalla de un ordenador arranquen una sonrisa de alegría, satisfacción, tolerancia, amor, afecto y cariño de un niño o una niña que vive a miles de kilómetros de nosotros y nosotras.

¡Qué se haga la paz!
¡Qué la paz se haga
en nuestros corazones
y nuestra alma se vista
del blanco de la paloma picassiana!

¡Qué el verde olivo
arranque una sonrisa de esperanza
a todos y todas los que sin saber los porqué
sufren la violencia!

Nosotros y nosotras, los maestros y las maestras, los alumnos y las alumnas le ponemos rostro humano a nuestra protesta contra la violencia y la guerra VIVIENDO LA PAZ