En un pueblo como el nuestro donde los valores rurales del pasiaje humananizado se confundían desde siempre con los "trigales de los cercados", con el verde limón de los pámpanos de las viñas de La Estacadilla, del Pocito... con las riberas verdinegras de los arroyos harineros de Ríoseco y Calancha, con los gigantescos eucaliptus de la Carretera de Rociana; en un pueblo como el nuestro en el que los niños y niñas tenían poco tiempo para jugar y para ir a la escuela; en un pueblo como Almonte, nuestro pueblo, en el cual, en el pasado, el sentido del ocio se limitaba a la celabración de la Feria de San Pedro y el Lunes de Pentecostés no era necesario, según las mentes gobernantes, espacios ajardinados ni parques públicos. "Los niños rompen los árboles y los rosales" fue, por siglos, la cantinela pública de administraciones municipales excluyentes del disfrute del pueblo.
Sólo teníamos como lugar espacioso, a modo de ensanchamiento del final del pueblo hacía el sur, entre dos caminos(el de Algarrobo y el de Los Llanos) la antigua dehesa boyar del Chaparral, lugar casi fronterizo entre dos partes del pueblo, donde tradicionalmente se sigue celebransdo la Feria.
Superados aquellos tiempos, en el primer Plan General de Ordenación Urbana de la democracia, aprobado en el 1985, se ortganizan espacios verdes: jardines y parques. Espacios que se han terminado de acondiconar casi 20 años después...¡demasiado tiempo!
Algunos de esos espacios han sido fotografiados por los alumnos y alumnas. Para verlos hazlo aquí:
Así vemos fotos del Parque Alcalde Mojarro, en el cual, la mayoría de mis alumnos y alumnas pasan muchas tardes. Este parque construido en los terrenos cercanos a antiguas eras, lugar alto y ventilado donde podríamos presuponer la existencia de algún molino harinero de viento, igual que el que existió en El Chaparral, exactamente en el sitio denominado como El Alto del Molinillo tan popular en Almonte.
Observemos imágenes copiadas, a gusto de los parques burgueses de las grandes urbes del siglo pasado, y lugares de servicio público reconvertidos en zonas ajardinadas. Es el caso del antiguo cementerio(imagen de esta entrada), "El Calitá" como se le conocía popularmente, hoy convertido en uno de los parque más bonitos el pueblo. Es un lugar para el recuerdo y la recuperación de la memoria histórica de Almonte.Es un campo santo, de santos inocentes. Mis alumnos y alumnas ya saben que hasta medido del siglo XIX el cementerio público estaba en la antigua ermita, conocida popularmente como Bodega de Serafín y que en los años ochentas se empezó a construir el actual cementerio situado en la Carretera de Hinojos.
Cuando pisamos esos suelos es bueno conocer algo de su historia. En escuela podemos ayudar a que la memoria no sea tan frágil y que no parezcamos ciudadanos que estamos en la inopia. Este tipo de acercamiento a nuesrto pueblo nos ayudará a comprender mejor el presente, la realidad que compatimos.
Fortalezcamos estre nuestras y nuestros jóvenes esa nueva percepción de Almonte, pero sigamos siendo pueblo por encima de "la chirriante pretensión adinerada con la que quieren convertirnos en urbe la insesibilidad de modo dominante de pensar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario